El Liverpool no le tuvo piedad al Bournemouth

El Liverpool arrollador regresó a la Premier, con retraso pero con determinación, para vapulear al Bournemouth y sellar con una goleada su primera victoria en la competición que coincidió con la reivindicación de su delantero, Roberto Firmino.

Fue una goleada histórica. Los reds igualaron el registro en la Premier que tienen el Manchester United, que lo consiguió dos veces, frente el Ipswich en 1995 y el Southampton en el 2021, y el Leicester contra el Southampton en el 2019. Por primera vez en la historia el Liverpool hizo nueve tantos en un partido de la Premier.

Aunque el éxito fue coral, el duelo fue especialmente relevante para Firmino. El brasileño había perdido su protagonismo de antaño. La llegada el pasado año del colombiano Luis Díaz y este verano del uruguayo Darwin Núñez le habían restado relevancia a Firmino a pesar de la marcha al Bayern de Sadio Mané.

Mucho tuvo que ver el sudamericano en el carácter que asomó en Anfield para contemplar el primer triunfo de los reds. Llegó tarde el éxito. En la cuarta jornada y con desventaja en la tabla respecto a los favoritos al título después de dos empates en sus dos encuentros iniciales y de la derrota del pasado fin de semana contra el Manchester United.

Herido en su orgullo y con ganas de enmendar la situación, el equipo del alemán Jurgen Klopp afrontó la visita del Bournemouth que ganó en su estreno de la temporada contra el Aston Villa, pero que fue superado en los dos siguientes. Y es que el cuadro de Scott Parker ha tenido que lidiar con rivales de enjundia. El Manchester City, el Arsenal y ahora el Liverpool. Tres derrotas seguidas.

A los seis minutos ya tenía encarrilado el choque el conjunto local. Tres asistencias de Firmino y dos goles. Díaz y Harvey Elliot habían abierto la cuenta y el Bournemouth ya estaba desesperado. Mohamed Salah pudo hacer el tercero al cuarto de hora, aunque llegó en el 28, cuando Trent Alexander-Arnold hizo una pared con Firmino y volvió a batir a Mark Traveres desde fuera del área. Un golazo.

El cuarto llegó a la media hora. Lo anotó el brasileño después de una jugada de Salah por la derecha y un mal despeje de la zaga visitante desconcertada en medio de una pesadilla. En el añadido antes del descanso, llegó el quinto. En un saque de esquina de Andrew Robertson que cabeceó a la red Virgil Van Dijk.

El descanso frenó la avalancha, pero no aplacó el ánimo de los de casa. Nada más empezar la segunda mitad Chris Mepham se introdujo el balón en su propia portería y agrandó a seis la ventaja del Liverpool, que hizo el séptimo a la hora de partido, por supuesto, obra de Firmino. Un córner en corto acabó con un disparo lejano de Alexander-Arnold, Trayers lo despejó, pero el delantero brasileño, en boca de gol, marcó un nuevo tanto y el segundo en su cuenta.

Klopp levantó el pie del acelerador. El choque se sosegó. El técnico alemán dio por buena la goleada y movió su banco. Quitó a la vez a Robertson, Jordan Henderson y Firmino.

Aún así el festival anotador continuó. Fabio Carvalho hizo el octavo a pase de Tsimikas, uno de los que tuvo minutos en el tramo final. No tuvo piedad el conjunto de Klopp que hizo el noveno por medio de Luis Díaz en el 85.

Aunque lo intentó, no llegó el décimo, que hubiera supuesto un registro histórico sin precedentes en la competición. Tuvo ocasiones, pero no llegó y el Liverpool se conformó con igualar el marcador más abultado existente. Eso sí, por primera vez en su historia, consiguió anotar nueve en un partido de la Premier.

EFE