En Perú detienen a venezolana que esclavizaba sexualmente a sus compatriotas

En Lima, Perú, fue detenida Faridy Lusimar Zea Hernández, alias La Caraqueña quien era la encargada del control de la prostitución de mujeres en Plaza Dos de Mayo y el cruce de las avenidas Alfondo Ugarte con Venezuela.

El diario Panorama reveló que sería una de las cabecillas de los Hijos de Dios, una sanguinaria facción del Tren de Aragua, que se encargaba de esclavizar sexualmente a decenas de mujeres extranjeras, en su mayoría de su misma nacionalidad y colombianas.

“Escúchame a la 1:20 te va a pasar a buscar las del chongo (prostíbulo) y luego que retires de las del chongo ve a buscar a las de las plazas (zona tomada por la banda criminal extranjera)”.

Este es el fragmento de un comprometedor audio difundido por el dominical que la involucra directamente con la extorsión a trabajadoras sexuales.

Para la policía peruana, alias la Caraqueña y su pareja manejarían la trata de personas y cobro de cupo a las mujeres que ofrecen sus servicios sexuales en las calles de Lima y otros rincones. Según el citado medio, esta peligrosa venezolana tenía en su “nómina de chicas” a menores de edad. Nada parecía importarle más que el dinero y el poder.

“La retirada de uñas, el corte de cabello, los golpes, los impactos de bala en las extremidades, hemos visto muchas cosas desgarradoras”, dijo el coronel PNP Juan Montufar Lezama, jefe de la División de Investigación de Trata de Personas, a Panorama, sobre el daño que podía causar Faridy Zea a la que osaba desobedecerla.

Las investigaciones policiales determinaron que la Caraqueña llevaba un registro en su celular de los cupos que recibía de las trabajadoras sexuales.

Se le halló en la memoria de su dispositivo móvil capturas del aplicativo Yape por 50, 100 y 150 soles. En otra parte del audio revelado, a ella se le escucha: “Jossimar te va a entregar el dinero de Andrea. Él de ella y él de la China para que, por favor, vayan para allá…”. “Faridy Zea Hernández es la encargada del control y el monitoreo, la administración, si se podría decir de la explotación sexual”, remarcó el coronel Montufar.

Con las jugosas ganancias del cobro de cupo a sus compatriotas, esta venezolana de 26 años se daba la gran vida. Gastaba en celulares de la marca Apple, costosas zapatillas, ropas de las mejores marcas y viajes de ensueño que luego presumía por TikTok. En su iPhone 14 Pro Max, la policía le encontró un grupo de Whatsapp con varios miembros, todas mujeres, al que nombró Perfumes.

A través de este chat la Caraqueña las controlaba y hasta “multaba” si dejaban la plaza que les asignaba. “La que se me pierda de la plaza le voy a meter su sobre multa de dos mil soles, la que no conteste las llamadas (igual). Tomen sus medidas no quiero después lloradera. Están advertidas”, se lee en uno de sus amenazantes mensajes en el grupo de WhatsApp.

Además, les daba órdenes a las mujeres que eran explotadas sexualmente para que se formen de tal o cual manera, a fin de atraer a más clientes. También les exigía que solo usen el celular para reportarse y no estar perdiendo el tiempo.