Francia prohíbe vender fuegos artificiales para los festejos de su fiesta Nacional
El Gobierno francés ha prohibido la venta de venta de fuegos artificiales, salvo a profesionales, de cara a los festejos de la fiesta nacional del 14 de julio, por la toma de la Bastilla, en 1789, anunció la primera ministra, Élisabeth Borne, que prometió «medios masivos» para garantizar el orden.
«Acabo de firmar un decreto, que será publicado este domingo en el diario oficial, que prohíbe la vender, portar o transportar fuegos artificiales», afirmó Borne en una entrevista que publica en internet el diario Le Parisien.
«Solo podrán comprarlos los profesionales que organizarán los fuegos artificiales en los municipios», añadió la jefa del Gobierno.
En los últimos días, la policía ha confiscado varios cargamentos de fuegos artificiales con destino dudoso, el más importante de ellos uno de 2,7 toneladas detectado en las cercanías de Rennes (noroeste).
Inquietud por posibles nuevos disturbios
Borne prometió el despliegue de «medios masivos para proteger a los franceses» en la noche del 13 y la jornada del 14, ya que reconoció que hay «inquietud» en la población y en los responsables locales por la posibilidad de que haya nuevos disturbios.
La jefa del Gobierno reconoció que han pedido a las plataformas de redes sociales que actuaran para frenar la difusión de material violento que pueda incitar a desatar más disturbios. «Pero por supuesto que no vamos a privar a los franceses de internet porque haya violencia», aseguró.
Los disturbios, que se extendieron por seis noches consecutivos, comenzaron después de que un joven de 17 años y origen argelino murió el 27 de junio por los disparos de un policía durante un control en la población de Nanterra, en la periferia de París.
Borne recordó que en la peor noche de disturbios, la del jueves 29 de junio, había entre 7.000 y 8.000 violentos en las calles, frente a los casi seis millones de habitantes de los barrios sujetos a políticas especiales por su elevado nivel de población desfavorecida.
La primera ministra acusó de nuevo de «irresponsable» al líder de la izquierdista La Francia Insumisa, Jean Luc Mélenchon, por no condenar la violencia, la misma actitud que atribuyó a otros dirigentes de la formación.
«Cuando dicen que no hay que quemar algunos edificios, dan a entender que hacerlo con otros no es grave», acusó, de la misma forma que criticó a la extrema derecha de Marine Le Pen por buscar «chivos expiatorios, respuestas fáciles» a los disturbios, en referencia a su crítica a la inmigración.
Borne recalcó que la respuesta del Gobierno, con 3.700 detenciones, un tercio de ellos menores, 585 comparecencias judiciales inmediatas y 450 encarcelaciones muestran «una respuesta muy firme» por parte del Estado.
EFE/EC