Hace 314 años el pueblo zuliano venera a la Virgen de Chiquinquirá

Desde hace 314 años un milagro mantiene viva la fe de los zulianos, ese milagro se renueva todos los días en el corazón de la feligresía que con devoción venera a la Virgen de Chiquinquirá y que cada 18 de noviembre celebran jubilosos su aparición.

La Chinita llegó a Maracaibo en 1709 sobre las olas del Lago de Maracaibo. En sus orillas, un grupo de mujeres lavaba ropa, cuando María Cárdenas, una de ellas vio flotando una tablita de madera y la recogió para llevarla a su hogar, allí la utilizó para tapar una tinaja de agua.

Al pasar de los días, observó que el trozo de madera tenía imágenes un poco difusas de la virgen María, de quien era devota, por eso decidió colgarla en la pared y así pasaron los días, mientras ella rezaba a su tablita.

La noche del 18 de noviembre, la sencilla mujer comenzó a escuchar algunos golpes y fue a ver lo que sucedía. Sus ojos se llenaron de asombro al observar que del retablo brotaba un brillo maravilloso y detalló con admiración que se había dibujado por completo la imagen de una virgen de rasgos indígenas, con el niño Jesús cargado y a su lado San Antonio y San Andrés.

Cayó de rodillas y comenzó a gritar, ¡Milagro! ¡Milagro!.

Sus vecinos acudieron a ver lo que ocurría y se encontraron con el resplandor, desde entonces la vivienda de María Cárdenas se convirtió en un lugar de veneración de la Virgen, por parte de fieles creyentes y muchos inexplicables milagros de sanación fueron concedidos a quienes le rezaron con fervor.

Foto: Cortesía

Al tiempo de lo acontecido en casa de la humilde lavandera, las autoridades decidieron llevar en procesión el retablo milagroso hasta la Catedral para su veneración. Cuenta la historia que era llevado en hombros por dos hombres elegidos por el propio Gobernador, cuando al doblar una esquina, la imagen se puso tan pesada que impidió seguir moviéndola.

Finalmente, después de muchos ruegos al cielo y súplicas a la Virgen, uno de los presentes exclamó: «Tal vez la Virgen no quiera ir a la Iglesia Matriz y prefiera la de San Juan de Dios».

Según la creencia popular, estas palabras se tomaron como una inspiración divina, ya que, la procesión cambió su rumbo hacia la iglesia de la gente humilde de Maracaibo y la imagen recuperó su peso normal. Es por esto, que desde ese día y hasta la fecha la Virgen de la Chiquinquirá, reposa en esa iglesia convertida hoy en la Basílica Santuario de La Chinita.

Procesión de fe

La máxima expresión de la devoción por La Chinita se evidencia en sus fiestas patronales, las cuales irradian amor por la madre de Dios en la advocación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, un fervor que trasciende generaciones y latitudes, ya que debido a la migración ha traspasado fronteras y en palabras del párroco Nedward Andrade, “donde hay un corazón chiquinquireño, se mantiene viva la devoción por la virgen”.

Una vez que se encuentra más cerca de su grey, tras la bajada del retablo milagroso desde su altar, miles de personas la visitan, le llevan flores y agradecen por los favores concedidos.

Madres amorosas llevan a sus pequeños para encomendarlos a la virgen, quienes padecen alguna enfermedad se entregan a los brazos de la Campeona de la Salud pidiendo por su sanación, desde muchos rincones del país, acuden creyentes a pagar sus promesas e incluso desde hace varios años desde otros países llegan sus hijos a reencontrarse con su santa patrona. Una admiración que se expresa de miles de formas y que renueva ese milagro de fe.

Cada 18 de noviembre, la plazoleta de la Basílica se convierte en un templo a cielo abierto donde miles de personas celebran jubilosas la Solemnidad de la virgen y posteriormente la acompañan en procesión por las calles del centro de Maracaibo.

A las 5 de la tarde comienza la solemne eucaristía que este año estará presidida por el arzobispo de Caracas, cardenal Baltazar Porras. La celebración religiosa será transmitida por las redes sociales de la Basílica y por los canales regionales.

Jesús Meleán, vicario parroquial de la Diócesis de Cabimas

Referente espiritual de cercanía con Dios

El padre Jesús Meleán, vicario parroquial de la Catedral de Cabimas y asesor pastoral de la Diócesis, expresó que para todo zuliano, la Virgen de Nuestra Señora de Chiquinquirá, Chinita como se le conoce cariñosamente es un referente de espiritualidad de cercanía con Dios. «Siempre nos lleva hacia el Señor Jesucristo, su hijo; esa es la misión y la gran labor de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, llevarnos a que nuestra vida, nuestra alma, este de cara al Señor».

En lo personal, afirmó que la Chinita está siempre acompañándole para llevarle a los zulianos.

Devoción chiquinquireña

Amor, devoción y agradecimiento expresaron los zulianos en el Día de la Virgen de Chiquinquirá.

Rafael Cortez

Rafael Cortez, aseguró que es un fiel creyente de la Virgen de Chiquinquirá, porque a ella le debe la vida. «Siempre a ella encomiendo mi salud , mis hijos, mi familia. A la Virgen más que pedirle debo agradecerle por todos los milagros concedidos».

Odalina Lugo

Odalina Lugo, enfatizó que desde muy pequeña le nace del corazón entregarle su devoción a la Chinita. «En lo personal anhelo celebrar su día, ya que, en agradecimiento año tras año entrego mis ofrendas por tantas satisfacciones que me ha dado. No podía tener hijas y puedo decir con certeza que mis hijas son un milagro de la Chinita».

Odixa de Torres

Odixa de Torres, manifestó que tanto para ella como para si familia el Día de la Virgen de Chiquinquirá es un día súper importante. «Este año pido que cubra con su manto a nuestra Venezuela, la saque adelante y que quienes se fueron del país regresen».

Moraima Acurero

Moraima Acurero, enalteció que desde que tiene uso de razón ha sido fiel creyente de la Virgen. «Mi agradecimiento siempre será a la Chinita, quien intercedió por mi salud y hubo el milagro en mi vida».

314 años Virgen de Chiquinquirá
@basilicachinita

Detrás de la historia de la chinita un ¡Milagro, milagro!

La historia de la Chinita es maravillosa, llegó a Maracaibo sobre las olas. El 18 de noviembre del año 1709 una mujer terminó de lavar su ropa en las orillas del Lago de Maracaibo, cuando de pronto observó una tablita de madera flotar.

Sin pensarlo aquella mujer tomó la tablita, se la llevó a su humilde vivienda. De pronto escucho un ruido,vio como brillaba y se reflejaba la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá, por ende la mujer exclamó ¡Milagro, milagro!.

Tras lo sucedido, numerosas personas acudieron a presenciar el prodigio, por lo que la casa de la mujer se convirtió en un lugar de veneración a la Chinita.

Dado tan importante acontecimiento, en la entidad se rinde tributo a la Virgen morena con la realización de diversas actividades para festejar su aniversario y en agradecimiento por proteger desde tu templo la Basílica a su pueblo.

EL REGIONAL DEL ZULIA
Fotos: Cortesía @basilicachinita/Gayledys Barrientos