Italia superó a Hungría en la Liga de Naciones

La selección italiana se impuso, con más solvencia de la que refleja el marcador, a Hungría (2-1) en la Liga de Naciones en un partido en el que la «Azzurra» fue de menos a más y sirvió al seleccionador Roberto Mancini, de nuevo, para hacer probar y sentar las bases de su «nueva» Italia.

Mancini ya estrenó la nueva camada de jugadores italianos en la primera jornada de esta edición de la Liga de Naciones ante Alemania, y pese al empate (1-1), las sensaciones fueron buenas. Este martes, no solo permanecieron las buenas sensaciones, sino que llegó la primera victoria, solvente y efectiva, ante una selección que llegaba de ganar a Inglaterra en la primera jornada de este campeonato.

Italia dominó en la primera mitad ante una Hungría que regaló la posesión a los locales y que esperó su oportunidad bien plantada en defensa. La azzurra fue de menos a más, como acostumbra en este último año, pero carburó al tempo que los Pellegrini, Barella, Spinazzola y Politano fueron aumentando su nivel con el paso de los minutos.

El partido estaba cerrado. Pellegrini, con el 10 a la espalda, comandó a su selección en la zona de creación, pero en el último tercio, el decisivo, no había claridad y se sucedieron los robos por parte de la zaga húngara sin parar.

No tardó en llegar la consecuencia natural al dominio, en este caso en forma de golazo de Barella. Antes de que se cumpliera la media hora de choque, el mediocentro del Inter recibió libre de marca en la frontal un pase de Spinazzola, muy activo por la banda izquierda, y sacó un derechazo desde la frontal directo a la escuadra para abrir el marcador.

Ya con indiscutible dominio, los de Roberto Mancini desperdiciaron una ocasión clarísima para aumentar la ventaja. Gnonto, más discreto que su anterior aparición, no alcanzó a concretar ya sin portero, gracias al corte providencial de Nego, el pase de la muerte del omnipresente Pellegrini.

Pero el propio Pellegrini, a los mandos de esta rejuvenecida y reformada Italia, se encargó de esa tarea, la de poner distancia con Hungría, en el ocaso de la primer acto, en la que fue la última jugada. Politano, desde línea de fondo, dejó atrás para Gnonto, que inteligentemente dejó pasar el balón para que Pelligrini ajustara abajo, inalcanzable para el guardameta visitante, y pusiera el 2-0.

En el segundo tiempo, se mantuvo el guion establecido: Italia mandando y Hungría asustando a la contra o desde la distancia. El marcador pudo ser más abultado para los italianos, pero las imprecisiones en la parte ofensiva dejaron el marcador con el 2-1 final.

Italia, después del fracaso de no acudir al Mundial de Qatar 2022, mira con optimismo al futuro de la selección. La nueva generación volvió a dejar brotes verdes sobre el campo y se mantiene invicta en esta Liga de Naciones.

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