La cumbre de los BRICS arranca con la expansión y la desdolarización como puntos centrales

El grupo de economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) comienza hoy en Johannesburgo su XV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno con un foro económico al que asistirán de forma presencial todos los líderes del bloque excepto el presidente ruso Vladímir Putin, que intervendrá por interferencia debido a la orden de arresto internacional en su contra emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) por presuntos crímenes de guerra en Ucrania.

El evento contará con la presencia de los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; China, Xi Jinping; y Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; así como del primer ministro indio, Narendra Modi. Mientras que Putin lo hará por videoconferencia. La representación rusa estará a cargo de su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov. Si el mandatario ruso hubiera pisado Johannesburgo, Sudáfrica, como Estado miembro de la CPI, estaba obligada a proceder a su detención.

Unos cuarenta países han expresado interés en ingresar en la organización

El miércoles, los líderes se reunirán en una sesión plenaria en la que se espera que traten cuestiones como la expansión de los BRICS. Unos cuarenta países han expresado interés en ingresar en ese club, según el Gobierno de Sudáfrica, que protagonizó en 2010 la primera ampliación del bloque y ejerce este año la presidencia rotatoria del grupo.

El aumento de las tensiones mundiales provocadas por la guerra de Ucrania y la creciente rivalidad entre China y Estados Unidos han dado un nuevo impulso al fortalecimiento del bloque, que en ocasiones ha sufrido divisiones internas y una falta de visión coherente. 

“Un BRICS ampliado representará a un grupo diverso de naciones con diferentes sistemas políticos que comparten el deseo común de tener un orden global más equilibrado”, dijo el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, en un discurso previo a las reuniones.

Otro de los asuntos prioritarios de la cumbre será la “desdolarización” de sus economías, es decir, el impulso de las monedas locales para comerciar en detrimento del dólar, posición que apoya el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), establecido por los BRICS en 2015.

El dólar ha ganado terreno frente a las divisas de los mercados emergentes desde que Rusia invadió Ucrania y la Reserva Federal estadounidense comenzó a aumentar los tipos de interés para combatir la inflación a principios de 2022, una decisión que provocó que la deuda en dólares resultara más costosa para esos países.

No parece que vaya a estar en la agenda de Johannesburgo la creación de una moneda común de los BRICS, iniciativa que Lula defiende con entusiasmo, según los organizadores sudafricanos.

La ampliación ha sido durante mucho tiempo un objetivo de China, peso pesado del bloque, que espera que un mayor número de miembros dé más peso a la agrupación. No obstante, este asunto se ha convertido en un punto de discordia.

Rusia está dispuesta a incorporar nuevos miembros para contrarrestar su aislamiento diplomático por la invasión de Ucrania. Sudáfrica también ha expresado su apoyo. India, que desconfía del dominio chino y ha advertido contra una expansión precipitada, tiene “una intención positiva y una mente abierta”, declaró el lunes el secretario de Asuntos Exteriores, Vinay Kwatra. A Brasil, por su parte, le preocupa que el crecimiento de los BRICS diluya su influencia.

El jueves, día de clausura de la cumbre, tendrá lugar el Diálogo de Líderes de Amigos de los BRICS, en el que los mandatarios del bloque intercambiarán ideas con homólogos de otros países. 

Sudáfrica ha invitado a 67 líderes del Sur Global a la cita, incluidos los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y Bolivia, Luis Arce.

También están invitados veinte dignatarios de organizaciones internacionales, como el secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat.

Se espera una amplia presencia de gobernantes africanos en honor al lema de la cumbre: “BRICS y África: Asociación para el crecimiento mutuamente acelerado, el desarrollo sostenible y el multilateralismo inclusivo”.

Brasil, Rusia, la India y China crearon en 2006 el grupo BRIC, al que se unió Sudáfrica en 2010 añadiendo al acrónimo la letra S. El bloque representa más del 42 % de la población mundial y el 30 % del territorio del planeta, así como el 23 % del producto interior bruto (PIB) y el 18 % del comercio globales.

Aunque la posible ampliación del BRICS sigue en el aire, la promesa del bloque de convertirse en paladín del Sur Global en desarrollo y ofrecer una alternativa a un orden mundial dominado por las ricas naciones occidentales ya está encontrando eco. De los más 40 países que según Sudáfrica han manifestado su interés por unirse, casi dos docenas han solicitado formalmente su admisión.

Fuente: La Vanguardia