La OTAN pide a China que no apoye a Rusia económica y militarmente
Los líderes de la OTAN instaron este jueves a China a que se abstenga de respaldar el esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania y que tampoco dé asistencia a Moscú para que pueda esquivar las sanciones internacionales impuestas por la agresión a su vecino.
“Nuestro mensaje a China es que debería unirse al resto del mundo y condenar claramente la brutal guerra contra Ucrania, y no apoyar a Rusia, ni con apoyo económico ni con, por supuesto, apoyo militar”, afirmó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa al término de una cumbre aliada convocada de urgencia para abordar la situación en Ucrania.
Los jefes de Estado y de Gobierno aliados aprobaron una declaración en la que llamaron “a todos los Estados, incluida la República Popular de China, para que defiendan el orden internacional, incluidos los principios de soberanía e integridad territorial, tal y como están consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, para que se abstengan de apoyar el esfuerzo bélico de Rusia de cualquier manera, y para que se abstengan de cualquier acción que ayude a Rusia a eludir las sanciones”.
Aseguraron sentirse preocupados por recientes declaraciones de funcionarios chinos y pidieron a Pekín “que deje de amplificar las falsas narrativas del Kremlin, en particular sobre la guerra y sobre la OTAN, y que promueva una resolución pacífica del conflicto”.
CUATRO NUEVOS BATALLONES
Ante la amenaza que supone Rusia y para dar seguridad a los aliados del este de Europa, los líderes también acordaron en su cumbre establecer cuatro nuevos batallones internacionales en Hungría, Bulgaria, Eslovaquia y Rumanía, que se unirán a los otros cuatro desplegados ya en 2017 en los tres países bálticos y Polonia.
“Así que ahora tenemos ocho batallones multinacionales de la OTAN. Desde el mar Báltico hasta el mar Negro”, detalló Stoltenberg, que hoy vio ampliado su mandato otro año pese a que concluía a finales de septiembre, ante la crisis que afronta la Alianza.
Además, los aliados acordaron reajustar la disuasión y defensa de la OTAN a largo plazo, con “un número sustancialmente mayor de fuerzas en la parte oriental de la Alianza, con mayor disponibilidad”, con “más equipos y suministros preposicionados”.
Esperan cerrar los detalles de ese refuerzo, no solo en tierra sino también por mar y aire, en su próxima cumbre, que tendrá lugar en Madrid en junio.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, insistió por su parte durante su intervención ante el Consejo del Atlántico Norte, que se reunió a puerta cerrada, en su compromiso con el artículo 5 del tratado fundacional de la Alianza, “que obligaría a EE. UU. a responder si hay un ataque contra cualquier miembro de la Alianza”, explicaron fuentes diplomáticas.
Biden también dio la bienvenida al refuerzo en el este de la Alianza con los cuatro nuevos batallones y los «aumentos previstos en el gasto» de defensa de varios aliados.
Los líderes de la OTAN acordaron redoblar los esfuerzos para cumplir el compromiso de inversión en defensa de 2014, según el cual debían invertir el 2 % de su PIB en defensa en diez años; según Stoltenberg, presentarán planes adicionales sobre cómo conseguirlo en la cumbre de Madrid
AMENAZA QUÍMICA
A la cumbre se unió también por videoconferencia el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien se dirigió al Consejo del Atlántico Norte para pedir «ayuda militar ilimitada», y en concreto que entreguen a los ucranianos aviones y tanques porque «es cuestión de vida o muerte».
“Hoy, los líderes de la OTAN han acordado que debemos prestar y prestaremos más apoyo a Ucrania” y que “seguiremos imponiendo a Rusia unos costes sin precedentes”, dijo Stoltenberg.
En concreto, los líderes acordaron dar asistencia en materia de ciberseguridad y equipos para ayudar a Ucrania a protegerse contra las amenazas biológicas, químicas, radiológicas y nucleares.
“Esto podría incluir la detección, la protección y los suministros médicos, así como la formación para la descontaminación y la gestión de crisis”, indicó Stoltenberg.
Los líderes advirtieron en su declaración que «cualquier uso por parte de Rusia de un arma química o biológica sería inaceptable y tendría graves consecuencias”.
Stoltenberg indicó por su parte que el comandante supremo de la OTAN para Europa (SACEUR), general Tod D. Wolters, “ha activado los elementos de defensa química, biológica, radiológica y nuclear de la OTAN”.
Esos “elementos” son soldados de países aliados entre cuyas tareas figuran la identificación de sustancias y las tareas de descontaminación y, según indicaron a Efe fuentes aliadas, no se están desplegando ahora mismo pero que serán puestos en alerta elevada.
Los países de la OTAN ya proporcionan a los ucranianos armas letales, sistemas que les ayudan a derribar aviones y a atacar carros de combate o drones.
Al mismo tiempo, insistió en que la OTAN no va a enviar tropas ni aviones a Ucrania porque “tenemos la responsabilidad de evitar que este conflicto se convierta en una guerra en toda regla en Europa”, entre Rusia y la Alianza.
“Eso sería más peligroso y más devastador”, concluyó.
EFE