Militares de Burkina Faso, Malí y Níger se reúnen para coordinar su defensa ante la CEDEAO

Varios oficiales de los estados mayores de las Fuerzas Armadas de Burkina Faso, Malí y Níger se reunieron en Niamey para “elaborar el plan de respuesta a las agresiones cobardes e injustas programadas por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO)”.

La televisión estatal nigerina Télé Sahel aseguró este viernes que esta reunión “tradujo la voluntad de los dirigentes de los tres países para defender a Níger y a su pueblo contra toda forma de agresión”, sin dar más detalles sobre el contenido de la reunión.

Esta cita coincidió con la reunión de los jefes militares de la CEDEAO en la capital de Ghana, Accra, clausurada esta viernes, para preparar el plan de intervención militar en Níger con el fin de recuperar el orden constitucional tras el golpe de estado del pasado 26 de junio, y que derrocó al presidente Mohamed Bazoum.

El comisionado de Asuntos Políticos, Paz y Seguridad del bloque, Abdel-Fatau Musah, aseguró tras la reunión, que ha durado dos días, que si “las opciones pacíficas fracasan” optarán por una intervención militar “quirúrgica” contra la junta golpista de Níger.

La reunión tuvo lugar después de que los jefes de Estado de Gobierno de la CEDEAO -bloque integrado por quince países- ordenasen el pasado 10 de agosto “activar” la “fuerza de reserva” de la organización, aunque ellos también priorizaron el diálogo para resolver la crisis de Níger.

Las posibles acciones militares han dividido a la región, donde los Gobiernos de Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal confirmaron durante las últimas semanas y de manera pública la disponibilidad de sus ejércitos para intervenir en territorio nigerino.

En el otro extremo, Mali y Burkina Faso, países vecinos gobernados por juntas militares, se oponen al uso de la fuerza y alegan que cualquier intervención en Níger equivaldría a una declaración de guerra también contra ellos, mientras que Chad, Guinea-Conakri, Argelia y Cabo Verde han rechazado una intervención militar y abogan en su lugar por el diálogo.

EFE