Nacieron 47 pichones de Cardenalito: un hito importante para la conservación de la fauna en Venezuela
Como “un logro extraordinario” celebró el Centro de Conservación del Cardenalito en Venezuela (CCCV) el nacimiento de 47 nuevos pichones, fruto de un programa de conservación destinado a proteger y recuperar las poblaciones del Spinus cucullatus, una especie clasificada en peligro crítico de extinción, según el Libro Rojo de la fauna venezolana.
El ave que alguna vez fue abundante en el norte de Venezuela –representada en el reverso de los billetes de 100, 20.000 y 100.000-, se ha convertido en una especie extremadamente difícil de avistar. Su población ha sufrido una disminución drástica, reduciéndose al 20% de lo registrado en 1952, conforme a datos monitoreados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Dos factores vinculados a la actividad humana han llevado esta ave al borde de la extinción: la extracción no sostenible para su explotación en el mercado ilegal como mascota y la pérdida y degradación de su hábitat natural.
La noticia alentadora es que desde el año 2015, la organización no gubernamental ambientalista Provita lidera la Iniciativa Cardenalito en Venezuela, en asociación con el Centro de Conservación Cardenalito (CCCV), que se encuentra en el Zoológico Leslie Pantin, en el estado Aragua.
El veterinario Enrique Azuaje, quien ejerce como curador del CCCV, explicó a Notitarde que desde el año 2018 se han realizado esfuerzos significativos en el centro de conservación, destacando que “la primera temporada productiva efectiva se registró en 2022, con el nacimiento de 16 cardenalitos. En la temporada siguiente, en 2023, se lograron 15 pichones adicionales, y en el año actual, y en el año actual, tenemos la fortuna de ver nacer 47, lo que representa un avance notable en la conservación de la vida silvestre”.
El nacimiento de los pichones, con una supervivencia del 81%, triplica la cifra registrada en los dos años anteriores. Según la información publicada en su sitio web, Provita “este hito representa un avance en la lucha contra la extinción de esta especie”.
“Estos pichones no son como cualquier otro; bajo sus alas descansa el valioso tesoro de un acervo genético de una especie en peligro de extinción. Con su nacimiento aseguramos la preservación de diversidad genética, tan importante para que un día esta especie vuelva a encontrarse en su hábitat natural”, agregó Azuaje.
Información de Notitarde