Noruega rechaza ser mediador entre Rusia y Ucrania

El primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, rechazó este viernes que su país, que fue mediador en muchos conflictos internacionales, vaya a tener un papel activo en las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania en Turquía.

«Pero creo que ese tipo de negociaciones y el trabajo en las distintas rondas de reuniones puede verse influido por mensajes claros a las partes», dijo en rueda de prensa Støre, que hoy mantuvo una conversación telefónica con el presidente ruso, Vladímir Putin.

Fue el propio Støre el que tomó la iniciativa de mantener una conversación con Putin, que duró una hora, después de haber discutido la idea con sus aliados nórdicos, del resto de Europa y Estados Unidos, según informó la oficina del primer ministro noruego.

Støre había hablado ayer por videoconferencia con su homólogo ucraniano, Denys Sjmyhal.

El primer ministro noruego instó a Putin a continuar con las negociaciones de paz para tratar de encontrar una solución política al conflicto y parar la guerra.

«Le dije al presidente ruso que él es la persona que tiene la oportunidad de buscar una salida», afirmó.

Støre resaltó que había dejado claro que ambos países tienen puntos de vista distintos sobre los motivos del conflicto y su desarrollo y condenó lo que considera «una clara violación del derecho internacional».

«Una situación con cuatro millones de refugiados en cinco semanas habla de qué clase de guerra es esta», apuntó.

Noruega, que no forma parte de la Unión Europea (UE), se sumó a la mayoría de las sanciones impuestas por Bruselas a Rusia y ha enviado armamento y ayuda económica al Gobierno ucraniano, al igual que el resto de sus vecinos escandinavos.

Este país nórdico fronterizo con Rusia también ha realizado en las últimas semanas ajustes para garantizar que no habrá una caída de la producción de gas y para aumentar ligeramente la exportación, aunque ha admitido que está al límite de su capacidad.

Noruega es el segundo suministrador de gas de la UE, después de Rusia, y cubre entre el 20 y el 25 % de la demanda de la Unión.

EFE