OEA investiga a Luis Almagro por presunto romance con una subordinada

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, enfrenta una investigación interna del organismo ante las denuncias que señalan que mantiene una relación íntima con una de sus asistentes personales.

Esa supuesta relación, que es un “secreto a voces” dentro de la organización y lleva varios años, sería con la mexicana de la mexicana Marian Vidaurri, una se sus asistentes principales y quien es unos 20 años menor que él, según información obtenida por AP.

Según fuentes de la organización, citadas por la mencionada agencia, el romance ha causado molestia a algunos de los 600 empleados de la OEA, con sede en Washington, así como a diplomáticos regionales, “por tener que trabajar con la presunta amante del jefe”.

Varios funcionarios comentaron que los vieron besándose junto a una piscina cuando se realizaba la Asamblea General de la OEA en Medellín en 2019; otro dijo que los vio tomados de la mano en su oficina a mediados de 2020.

Asimismo, un exfuncionario contó que Almagro le dijo que esa relación fue la causante de la separación de su segunda esposa en 2020.

¿Quién es la trabajadora involucrada?

La mujer en cuestión se trata de la mexicana Marian Vidaurri y es (o era) parte del equipo de trabajo del Secretario General Almagro en la OEA, con el cargo de asesora principal. Antes de su actual rol de asesora, estuvo a cargo del equipo de Análisis Político y Prospectivo de la Secretaría para el Fortalecimiento Democrático (SFD/OEA).

Antes de incorporarse a la OEA, trabajó como Directora de Estudios Políticos en FUSADES (El Salvador), y también como académica y periodista en Centroamérica.

Realizó su licenciatura en Ciencias Políticas en Cornell University (2003), y cuenta con una Maestría en Estudios Latinoamericanos de University of Oxford (2006), y una Maestría en Administración Pública de la University of Pennsylvania (2016).

Relación de años

Fuentes internas señalan que “esta relación de varios años ha sido un secreto a voces y una fuente de malestar para algunos de los 600 empleados, intimidados por tener que trabajar con la presunta amante del jefe, según varios empleados actuales y retirados y diplomáticos regionales”.

El código de ética de la OEA dice que un miembro del personal no debe mantener una relación íntima con un colega de manera tal que “interfiera con el desempeño de sus funciones o coloque en desventaja a otras personas en el Lugar de Trabajo”. Dice que un jefe no debe ejercer funciones de supervisión sobre la otra persona ni beneficiarla en modo alguno.

El Universal