OTAN: «Ucrania usa las bombas para defenderse de la invasión rusa»

Luego de que medios de comunicación de Estados Unidos informaran que el Pentágono estaba preparando un nuevo envío de armas y municiones a Ucrania, que deberían las controvertidas bombas de racimo o fragmentación, que liberaran al estallar gran cantidad de otras bombas en un amplio radio, se alzaron voces de protesta.

Ante esto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dejó en manos de los aliados la decisión de suministro este tipo de munición a Ucrania, tras recordar que en el seno de la OTAN no hay una posición común sobre la Convención sobre las Municiones de Racimo de 2008 que prohíbe el uso, desarrollo, producción, adquisición, almacenamiento y transferencia de esta clase de armamento.

Sin embargo, Stoltenberg no condenó que ya este tipo de armamento se esté usando en la guerra de Ucrania, por el contrario, argumentó su uso por parte de las Fuerzas Armadas ucranianas.

“La munición de racimo ya se usa en el escenario ucraniano por ambas partes. La diferencia es que Rusia emplea este armamento para perpetrar una guerra de agresión y una invasión y Ucrania para defenderse”, fueron las palabras de Stoltenberg en rueda de prensa previa a la cumbre de Vilna, Lituania, que reunirá a los líderes aliados la semana que viene.

“La mejor manera de parar este sufrimiento y estas bajas es que Rusia pare la guerra”, agregó.

Más de un centenario de países han firmado esta convención, entre ellos miembros de la OTAN como Alemania, Francia, Reino Unido, Italia o España, pero no Estados Unidos.

“Una serie de aliados han firmado la convención y otros no. Es una decisión individual decidir sobre la entrega de esta asistencia militar a Ucrania. Es cosa de los gobiernos y no de la alianza”, afirmó el jefe político de la OTAN.

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