¿Puede un cristiano sufrir de depresión?

La respuesta a esta pregunta es si. 

No siempre la depresión estará relacionada con una mala relación con Dios. 

La depresión es un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. 

Hay ciertos eventos en nuestras vidas que pudieran ser causa de tristeza y depresión, por ejemplo: divorcio, jubilación, la muerte de un ser querido, pérdida del trabajo, cambio de país y estilo de vida, crecientes presiones en el trabajo o incremento en la pobreza.

Podemos leer en el primer libro de Reyes, en el capítulo 19, verso del 14 al 16 cómo el profeta Elías está experimentando temor por sus enemigos, soledad, cansancio espiritual y depresión.

Se considera que la depresión es un trastorno mental común. A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas tienen depresión. 

Una encuesta realizada en los EEUU arrojo que el 70% de los pastores admiten que sufren mucho estrés y depresión. 

Cuando la depresión se convierte en algo sistemático, comienza a afectar las actividades cotidianas como el trabajo, la escuela, las actividades sociales o las relaciones con otras personas. Es en este momento cuando necesitamos buscar ayuda profesional. 

Necesitamos considerar si el resultado de nuestra depresión es el pecado. Si así lo fuera, Jesús nos dice en el evangelio de Mateo capitulo once versículos veintiocho: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 

¿Estoy experimentado tristeza, ansiedad y depresión? 

¿Estoy buscando a Jesús como mi primera opción para descubrir la raíz de mi depresión? 

Padre, quita de mi toda tristeza y llena mi corazón de gozo y alegría. 

Palabras claves: Vida Propósito Esperanza 

Isaías 41:10 Juan 10:10 Jeremías 29:11 Santiago 1:2-4

Janoi Lopez Quintana

Pastor de la Iglesia Cristiana Cypress Houston Tx