¿Qué es la torsión ovárica y cómo tratarla?

La torsión ovárica ocurre cuando uno de los dos ovarios se tuerce sobre los ligamentos que lo sostienen en su sitio. Esta torcedura ocasiona interrupción del flujo sanguíneo al órgano e incluso a la trompa de Falopio, con la consiguiente disminución de la oxigenación del tejido.

El síntoma principal de la torsión ovárica es el dolor abdominal bajo y pélvico severo, los vómitos precedidos por náuseas, el sangrado uterino anormal y, en ocasiones, la fiebre. Es más frecuente del lado derecho, debido a que el ovario izquierdo es mantenido en una posición estable por el intestino.

Estamos ante una emergencia médica que requiere atención inmediata. Su resolución es solo quirúrgica. Es por ello que se hace necesario saber cómo reconocerla a tiempo.

¿Cómo se presenta la torsión ovárica?

En la torsión ovárica, el dolor tiende a ser súbito e intenso. Aunque puede ser intermitente y deberse a períodos alternantes de torsión y detorsión del órgano.

Por lo general, el dolor se manifiesta en el área abdominal inferior y pélvica, e inclusive del lado de ovario afectado. Además, puede causar vómitos precedidos por náuseas, fiebre y sangrado uterino anormal.

Si la torsión ovárica se sostiene en el tiempo, puede causar muerte del tejido por deficiencia de oxígeno (isquemia y posterior necrosis), lo que llevará a la pérdida de tejido ovárico y de su función. En raras ocasiones, el área puede infectarse y la infección se propaga a través del abdomen.

El diagnóstico es importante debido a que los síntomas se pueden confundir con otras condiciones:

Apendicitis.

Cálculos en las vías renales.

Infección del tracto urinario.

Gastroenteritis.

Epidemiología

La torsión ovárica es más frecuente entre la segunda y la cuarta década de la vida. No suele presentarse antes de la pubertad ni luego de la menopausia.

Causas

Aunque no existe una causa específica, sí hay factores de riesgo asociados. La presencia de un quiste, un tumor, un absceso en el ovario y la trompa de Falopio u otra masa en el tejido ovárico, pueden aumentar el riesgo de torsión ovárica.

Debido a que el peso extra permite que el órgano rote sobre sí mismo y sus ligamentos de soporte, hasta el 80 % de los casos se presentan con un quiste o masa ovárica. En especial, si la misma mide más de 5 cm. A veces, además del ovario, puede torcerse la trompa de Falopio en conjunto.

También puede deberse a que el ligamento que une el ovario con el útero es más laxo de lo normal, por lo que es más fácil su movilización. Asociada a la mayor laxitud de los ligamentos está la ovulación inducida en las terapias de reproducción asistida, el síndrome de ovarios poliquísticos, el tratamiento sustitutivo hormonal y el embarazo.

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