Queman 35 buses en Río de Janeiro tras muerte de parapolicía
Milicias parapoliciales incendiaron este lunes (23.10.2023) más de 30 autobuses y la cabina de un tren en Rio de Janeiro, lo que obligó a suspender el transporte público y paralizó el tráfico, en protesta por una operación policial que mató a uno de sus miembros.
Las fuerzas policiales detuvieron a 12 sospechosos de “acciones terroristas” y la alcaldía decretó el “estado de atención”, el tercer nivel en una escala de cinco por los desastres causados.
El gobernador del estado de Rio de Janeiro, Claudio Castro, dijo que la quema de buses fue la “dura” respuesta de grupos criminales luego de que las fuerzas policiales dieran esta mañana “un duro golpe a una de las mayores milicias de la zona oeste” de la ciudad.
La operación acabó en la muerte de alias Faustão, un sobrino y “mano derecha” de Zinho, un presunto jefe de milicias en la zona oeste de Rio. Según Castro, Faustão “era conocido como ‘señor de la guerra’, responsable por la guerra de la facción y por la unión entre tráfico y milicias, creando las narcomilicias”.
En medio de la tarde, los criminales comenzaron a echar fuego en las unidades de transporte público, según las autoridades.
Reportan quema de un vagón del tren
Fue el día con más autobuses incendiados en la historia de Rio de Janeiro, dijo a la AFP Rio Onibus, sindicato de las empresas de buses de la ciudad, que contabiliza en total 35 unidades incendiadas.
“Los criminales prendieron fuego a la cabina del tren”, confirmó a la AFP Supervia, la operadora de trenes urbanos de Rio.
El gobernador advirtió al “crimen organizado a no desafiar al Estado” y prometió seguir combatiendo a las milicias de Rio de Janeiro. Pero dio a entender que el problema es mayor, al acusar a esas organizaciones de ser “verdaderas mafias nacionales”.
“El problema de seguridad pública es mucho más grande que Rio de Janeiro (…) Es un problema de todo Brasil”, afirmó.
Doce detenidos
El gobernador informó que 12 personas fueron detenidas por “acciones terroristas” por incendiar las unidades de transporte.
La alcaldía de Rio de Janeiro decretó el “estado de atención” debido a “repercusiones relevantes” en la infraestructura y logística de la ciudad que afectaron a la población.
Servicios de transporte fueron interrumpidos en la populosa zona oeste de la ciudad, dijo el alcalde Eduardo Paes.
Filas de automóviles pasaban al lado de los esqueletos chamuscados de los buses, a medida que los residentes realizaban el lento regreso a sus casas. La avenida Brasil, principal autopista de Rio, llegó a estar cerrada, con un autobús atravesado en la pista, según imágenes difundidas por los medios.
De acuerdo con las autoridades locales, el ataque obligó a varias empresas a interrumpir la circulación de sus autobuses, incluyendo los del sistema de transporte de tipo BRT, lo que el funcionamiento de decenas de colegios.
De policías a narcotraficantes
Los autobuses fueron interceptados por pistoleros e incendiados en barrios como Guaratiba, Inhoaíba, Paciência, Campo Grande y Santa Cruz, varios de los cuales son controlados por las “milicias”, como son conocidos los grupos parapoliciales integrados por policías y expolicías que surgieron para hacer frente a las bandas de narcotraficantes.
Las milicias, inicialmente nacidas para combatir a los narcotraficantes y que cobran “impuestos” a los habitantes de numerosas barriadas por servicios como el transporte, la compra de pipetas de gas o hasta el acceso a internet y a televisión por cable, terminaron convirtiéndose en los distribuidores de drogas ilícitas en los barrios que controlan. Los constantes tiroteos entre bandas rivales de narcotraficantes y entre estas y milicianos con la policía han convertido a Río de Janeiro en una de las ciudades más violentas de Brasil.
Agencias