¿Se pueden prevenir daños cerebrales producto de fuertes golpes?
A medida que avanza la pretemporada de fútbol, una nueva investigación sugiere que es la intensidad de los golpes que reciben los jugadores, en lugar de la cantidad total de golpes en la cabeza o los años acumulados de juego, lo que predice mejor quién desarrollará una enfermedad cerebral devastadora.
Un equipo de científicos de Boston descubrió que los jugadores que desarrollaron encefalopatía traumática crónica , o CTE, una condición que destruye silenciosamente la mente de los atletas después de años de golpes repetitivos, tenían más probabilidades de haber recibido las colisiones más fuertes con el tiempo, en lugar de necesariamente recibir la mayor cantidad de golpes. .
La CTE solo se puede diagnosticar después de la muerte, por lo que los científicos se basaron en una combinación de tejido cerebral de exjugadores, así como en entrevistas con familiares de jugadores y datos de sensores de cascos de personas que jugaron más recientemente, para realizar su investigación.
Los datos del sensor del casco se usaron para estimar la intensidad de los golpes, o la fuerza G, que los jugadores fallecidos pueden haber sufrido acumulativamente, según su posición y cuánto tiempo jugaron.
El Dr. Jesse Mez, profesor asociado de neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y autor principal del estudio, dijo que un solo golpe en el fútbol americano puede oscilar entre 10G [fuerza G] y 180G, y que normalmente golpea de 60Gs a 90Gs producen síntomas de conmoción cerebral activa.
“Encontramos que por cada 10 mil G adicionales, las probabilidades de desarrollar CTE aumentaron en un 20 por ciento”, dijo Mez.
Usando los cálculos de Mez, un jugador que sufrió más de 100 conmociones cerebrales fuertes, o al menos 55 de los golpes más intensos, aumentaría sus posibilidades de desarrollar CTE en un 20 por ciento.
La investigación no ha sido publicada, pero está programada para ser presentada el miércoles en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer en San Diego.
Sin duda, la cantidad de años jugados, así como las lesiones repetidas en la cabeza, siguen siendo factores de riesgo significativos para desarrollar CTE, dijo Mez. Pero la investigación de su equipo encontró que medir la fuerza acumulada de esos golpes fue aproximadamente un 6 por ciento más preciso para predecir el CTE que simplemente calcular los años jugados o el total de golpes en la cabeza.
Con información de Boston Globe