Tiburones apaleó a Magallanes en el debut de Ronald Acuña Jr.

Ronald Acuña Jr. está hecho a la medida del espectáculo. O, mejor dicho, él es el espectáculo. La superestrella sorprendió al estrenarse en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) un día antes del anunciado y lo hizo con jonrón.

El batazo de de tres carreras anotaciones lo dio como emergente en su primer turno y sumó a la victoria de Tiburones de La Guaira 9-1 sobre Navegantes del Magallanes en el Estadio José Bernardo Pérez de Valencia.

El estelar grandeliga estaba inquieto en el dugout de la derecha del feudo carabobeño. No paraba de mirar al mánager Henry Blanco a la altura del octavo inning. Agarraba sus guantines, tomaba el bate, su cuerpo hablaba por sí solo.

Con la pizarra a favor del cardumen 5-1 recibió la señal del timonel para ingresar en lugar del designado Israel Pineda y enfrentar a Anthony Vizcaya sin outs, con dos compañeros en circulación.

Al aproximarse a la caja de bateo recibió ovación de locales y visitantes por igual. Vio pasar una slider en zona mala y al segundo envío disparó un soberbio vuelacerca por todo el jardín central, que desató la algarabía de escualos y bucaneros.

“Es algo inexplicable. Le dije a Henry Blanco que estaba listo para cualquier situación que me necesitara, yo iba a batear”, declaró emocionado a las cámaras de Simple Tv tras el final del careo. “El sueño de todo pelotero es jugar en Grandes Ligas, pero no hay nada como jugar en tu país. Me sentí muy contento, la gente me recibió con un cariño increíble. Nunca voy a olvidar este día”.

Acuña Jr. se convirtió en el decimotercer pelotero venezolano desde la temporada 1986-1987 que soltó cuadrangular en su primer turno en el circuito, para de una vez, unir su nombre en letras mayúsculas a la historia de la pelota rentada local.

“Yo me preparé física y mentalmente para este momento”, aseguró el Novato del Año de la Liga Nacional en 2018, tres veces convocado al Juego de Estrellas y en par de oportunidades ganador del Bate de Plata. “Este es uno de los pocos juegos en el que he sentido presión, estaba un poco nervioso”.

El sonido de la pelota al salir de su bate no dejó lugar a dudas del destino que tendría desde el primer instante. El jardinero de inmediato se volteó en el home antes de comenzar su recorrido por las bases para celebrar con sus allegados, en las tribunas del parque de La Michelena.

“La fiesta no fue solo de mi familia, sino incluso de la gente del Magallanes”, admitió el astro, que lució el 27 en la espalda, el número que usó su padre en sus años con La Guaira, en lugar de su usual 13 con los Bravos de Atlanta.

Con información de LVBP.