UVL cumple 25 años defendiendo los DDHH de los presos en Venezuela

Este 10 de diciembre, Día Mundial de la Declaración de los Derechos Humanos, la asociación civil Una Ventana a la Libertad (UVL), cumple 25 años de su creación y arduo trabajo en defensa de los derechos humanos de los privados de libertad en Venezuela.

Carlos Nieto Palma, abogado y fundador de la mencionada organización no gubernamental, asegura que ha sido un trabajo lleno de dificultades, pero satisfactorio en cuanto han logrado, entre otras cosas, sensibilizar a todos los sectores de la sociedad venezolana en torno a los derechos que amparan a las personas que se encuentran en prisión.

También hemos logrado integrarnos al movimiento global por los derechos humanos y llevar hasta las instancias internacionales las violaciones que se cometen en las cárceles venezolanas, dijo el activista.

Nieto Palma recuerda que Una Ventana a la Libertad nació con el fin de promover y defender los derechos humanos de las personas privadas de la libertad.

Agregó que a través de extensas investigaciones y propuestas legislativas en materia penitenciaria buscan la formulación de políticas públicas que beneficien no solo al detenido o detenida sino también a sus familiares.

Son 25 años defendiendo los DDHH

“Una Ventana a la Libertad nació con el apoyo e inspirada en el arduo trabajo que había emprendido el abogado y criminólogo, Elio Gómez Grillo, considerado el padre del penitenciarismo venezolano, de hecho, nuestras primeras reuniones las realizamos en la sede del extinto Instituto Universitario de Estudios Penitenciarios que él dirigía”, destacó el abogado.

UVL cumple 25 años
Carlos Nieto Palma, abogado y fundador de la ONG Una Ventana a la Libertad. Foto archivo: Cortesía UCV

Los valores de esta organización, como son, humildad, transparencia, innovación, eficiencia, eficacia, esperanza y colaboración, se mantienen incólumes a pesar del tiempo transcurrido.

En la actualidad esta ONG cuenta con una sólida junta directiva, varios coordinadores de investigación, una coordinadora operativa para el proyecto de salud y un equipo de 26 investigadores a nivel nacional que monitorean la situación carcelaria a nivel de internados judiciales, cárceles, penitenciarias y centros de detención preventiva o calabozos policiales.

También cuenta con un personal altamente especializado en materia de soporte técnico y redes sociales.

Sus alertas diarias, boletines informativos, informes especiales y finales contienen datos inéditos y es por ello que causan gran impacto y acogida en los organismos y la opinión pública nacional e internacional.

En 1999 UVL fue la proponente y colaboró en la redacción del artículo 272 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual establece, entre otras cosas, la descentralización del sistema penitenciario nacional.

Desidia y abandono gubernamental

La década de los años 90 fue un período de conmoción social, política y económica para los venezolanos. Las cárceles no escaparon de la desidia y el abandono gubernamental.

El 27 de noviembre de 1992, durante la intentona golpista, hubo una masacre en el Internado Judicial de Los Flores de Catia, ubicado al oeste de la ciudad capital.

Se estima que en el hecho unos 100 privados de libertad fueron masacrados.

En enero de 1994 un voraz incendio acabó con la vida de 108 reclusos de la cárcel de Sabaneta, en el estado Zulia.

Las recién creadas ONG, Provea y Cofavic comenzaron a visibilizar la situación, pero el colapso penitenciario siguió su curso, tanto que, prendió las alarmas a nivel internacional.

El Papa Juan Pablo II vino a Venezuela el 9 de febrero de 1996, visitó los alrededores del Retén de Catia y pidió resolver el problema penitenciario del país.

Siete meses después al menos 29 reclusos murieron calcinados dentro del Retén de La Planta, ubicado en Caracas.

El presidente de la República, para entonces, Rafael Caldera, ordenó la demolición del Retén de Catia. La implosión se llevó a cabo el 16 de marzo de 1997.

A la luz de este contexto nació Una Ventana a la Libertad.

Labor de formación y sensibilidad  

Carol Carrero, coordinadora de UVL, recuerda los comienzos de la organización y destaca que para aquel momento las asociaciones civiles podían entrar a los recintos carcelarios y establecer contactos más directos con la población penitenciaria.

“Comenzamos a trabajar con una serie de organizaciones, siempre buscamos la transformación penitenciaria, la elaboración de politicas públicas, queríamos llevar un poquito de luz a aquellos lugares tan oscuros”, dijo Carrero.

La especialista destacó la labor de formación y sensibilidad que ha llevado a cabo la organización y afirmó que tuvieron que comenzar por convencer a los presos que ellos, a pesar de los barrotes que los separan de la sociedad, no han perdido sus derechos humanos, todo lo contrario.

La voz de los que no tienen voz

A juicio de la profesora Magally Huggins, coordinadora de investigación de UVL, la labor realizada en los centros de detención preventiva del país ha sido fundamental para visibilizar, nacional e internacionalmente, lo que sucede en estos lugares, devenidos en las “nuevas cárceles de Venezuela”.

Agregó que denunciar los abusos que se cometen en estos lugares contra las mujeres detenidas ha sido un punto de honor para la organización.

“Porque sean el 8% de la población penitenciaria del país sus problemas no son menos importantes, todo lo contrario. Somos la voz de los que no tienen voz y es por ello que hemos logrado ser la voz de la población femenina que se encuentra privada de libertad”, indicó la psicóloga social.

Acceso a los calabozos policiales

Desde el año 2016 Una Ventana a la Libertad comenzó a monitorear la situación de derechos humanos de los privados de libertad que se encuentran en los centros de detención preventiva del país, de hecho es la única asociación civil venezolana que tiene acceso a los calabozos policiales.

Hasta la fecha ha logrado, en alianza con los médicos infectólogos del Proyecto Once Trece, realizar 27 jornadas médicas dentro de los centros de detención preventiva del país a fin de detectar casos de VIH, tuberculosis, COVID-19 y otras enfermedades infectocontagiosas.

Durante estas actividades se hacen pruebas rápidas de despistajes y se entregan porciones de comidas y medicamentos.

Las reiteradas denuncias realizadas por Una Ventana a la Libertad provocaron, en marzo del 2021, un pronunciamiento por parte de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

La funcionaria pidió, a través de la actualización de uno de sus informes, acabar con el hacinamiento en los calabozos policiales de Venezuela.

En julio de 2021 el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció la creación de la Comisión para la Reforma Judicial la cual debía resolver el problema de sobrepoblación que existe en los centros de detención preventiva.

Carlos Nieto Palma, y todo el equipo de Una Ventana a la Libertad, considera ambos pronunciamientos como un logro atribuible a la organización.

Fuente: Boletín de prensa UVL