Zoológico del Zulia está cerrado, abandonado y olvidado

Al llegar a la entrada principal del Parque Zoológico Metropolitano del Zulia, no hay portón ni vigilancia y en la entrada que le sigue, el portón para el paso peatonal permanece abierto, mientras que para el paso vehicular está parcialmente cerrado.
Los únicos animales que quedan son unas vacas que comen maleza por doquier, machorros, dos perros y los dibujos de tigres, osos hormigueros, elefantes y avestruces que pintaron en las paredes.
Y es que el paso está prohibido. El Zoológico está “cerrado”. Al adentrarse en las 90 hectáreas con las que cuenta el Parque, cada paso se siente como el último.

Solo se observan dos largos caminos de asfalto bordeados por monte: en uno hay un viejo letrero escrito a mano con los días y horarios de visita y, en el otro, una garita pintada de blanco y rojo aun con el logo de la gestión gubernamental de Francisco Arias Cárdenas (2012-2017), algo que no es habitual que se mantenga luego de los cambios de gobierno.
Una fuente del Zoológico (que pidió el anonimato por temor a represalias), aseguró a Mediosur que “la mayoría de los milicianos que estaban encargados de la seguridad (estima más de 20) dejaron de ir hace tres años, y desde que comenzó la cuarentena por la pandemia ninguno. A veces, entra es la policía, da una vuelta y sale de una vez”.
Al menos desde el año 2015 se reportan hurtos de comida y de animales.

Así, paulatinamente, y mientras Venezuela se sumergía en una Emergencia Humanitaria Compleja, comenzaron a desaparecer búfalos y cochinos de monte, que se podían comer; y otros que se vendían fácilmente, como loros, guacamayos y tucanes.
Mientras esos delitos sucedían, los organismos de seguridad del Estado apenas anunciaban algunas detenciones esporádicamente de supuestas personas involucradas.
“Nadie investigaba. Los animales desaparecían y ya, no les importaba”, dijo la fuente del zoológico.

POBLACIÓN ANIMAL DIEZMADAEn 2015 se estimaba que la población en el Zoológico de Maracaibo era de unos 600 animales aproximadamente. Luis Añez, exgerente de operaciones del Parque Metropolitano del Estado de Zulia en conversación con Mongabay Latam, dijo que cuando renunció, en octubre del 2017, había solo 400 animales y le informaron que en agosto de 2018 solo quedaban alrededor de 200 animales.
“Llegamos a ser el segundo zoológico más importante de Venezuela por la cantidad de especies y programas de conservación que impulsba. Además, teníamos un fuerte programa educativo y recibíamos 300 mil personas al año”, afirmó Luis Áñez, exgerente de operaciones del Parque Metropolitano del Zulia, a Mongabay Latam.
En el 2018 se dispararon las alarmas a nivel nacional e internacional por las fotos que se hicieron virales de animales como pumas, un león, un tigre de bengala, un jaguar y varios cunaguaros desnutridos. Otros, como patos, cerdos y cabras eran sacrificados para alimentar a otras especies.

El escándalo fue de tal magnitud, que el actor mexicano y activista por los derechos de los animales Raúl Juliá Levy ofreció al gobierno venezolano evacuar en avión a animales de zoológicos venezolanos.  
DE ESPALDAS A LA CIUDADANÍADesde el 24 de febrero de 2018, el Parque Zoológico Metropolitano del Zulia está cerrado a los visitantes luego de conocerse la crisis. Medios de comunicación regionales reseñaron que fiscales visitaron el Parque en compañía de representantes de la Defensoría del Pueblo, Ministerio del Ambiente y del Instituto Nacional de Parques (Inparques), y alegaron que “no está apto para recibir a los visitantes”.
En paralelo, Omar Prieto, gobernador del estado Zulia para la fecha, aseguró vía Twitter que la Fiscalía Superior del Ministerio Publico del Zulia desmentía que se ordenara el cierre temporal del Zoológico y que no existía ninguna investigación penal. 

Dos días después, el entonces alcalde el municipio San Francisco (donde está ubicado el Zoológico), Dirwings Arrieta, tuiteó que “en el proyecto que hemos elaborado para el zoológico tenemos previsto construir un parque para juegos extremos, parque acuático, áreas de recreación infantil, bohíos, canchas deportivas, reparación de un pozo de agua, recuperación de jaulas y recintos de los animales”, sin más detalles ni rendir cuenta sobre las obras.
A finales de junio de 2019 otro escándalo sacudió a la opinión pública: el diputado al Consejo Legislativo del Estado Zulia (CLEZ), Eduardo Labrador, denunció que trasladarona Yaracuy a 108 animales del Zoológico del Zulia.

Lo que se mantenía en secreto lo confirmó a través Twitter el ministro de Ecosocialismo, Heryck Rangel, según nota publicada en el Diario Versión Final. “Hemos iniciado las obras de rehabilitación del Zoológico de Maracaibo. En una primera etapa hemos trasladado los animales para preservarlos, para cuidarlos, y así emprender las obras civiles para hacer de esto un espacio más moderno y más hermoso para toda la ciudadanía”.
Sin embargo, no mencionó en el lugar a donde fueron movilizados. De acuerdo a una fuente consultada para este trabajo, en total, fueron al menos dos viajes: un primer traslado con todos los animales grandes y un segundo con los animales más pequeños.
Desde ese anuncio y hasta la fecha, todo lo relacionado con los animales desaparecidos y trasladados del Parque Zoológico Metropolitano del Zulia es una incógnita.
RECUERDOS QUE QUEDARON EN LA NADA El 15 de junio de 1973 se inauguró el Parque Zoológico de Maracaibo, conocido también como el Parque Sur. Fue creado con el objeto de ofrecer a los zulianos un lugar de esparcimiento y contacto con la naturaleza y la fauna. En sus inicios estuvo dividido en dos grandes áreas: el zoológico ya descrito, con 40 hectáreas; y el Complejo Ferial, donde se celebró por muchos años la Feria de La Chinita y el Carnaval.
Desde su fundación y hasta 1993, estuvo administrado por la Gobernación del Zulia, luego tuvo el apoyo de entidades privadas, así como de Pdvsa y la Fundación Nacional de Parques Zoológicos, el cual fue sección de Instituto de Ciencias Naturales del Estado Zulia.
Del Zoológico también desaparecieron las ventas de comestibles, el alquiler de bicicletas, las risas y las actividades recreativas, culturales, deportivas, educativas y científicas que desarrollaban instituciones y organizaciones públicas y privadas.
Ahora, solo personas curiosas se acercan de vez en cuando para saber qué pasó con el lugar que tanto desean visitar. 
Con información de Mediosur