Todo me es lícito pero no todo me conviene
En la primera carta a los Corintios en el capítulo seis versículos doce, el apóstol Pablo nos enseña una gran verdad. Todas las cosas me son lícitas, más no todas convienen.
En algunas ocasiones justificamos nuestras malas decisiones aplicando la lógica que puede tener sentido en el orden humano, pero no en el orden de Dios.
Justificar lo mal hecho, no me va a librar de las consecuencias.
Cuando un creyente en Jesús pregunta ¿Por qué no puedo casarme con una persona que no es cristiana si esa persona me ha demostrado que es buena?
Aspira a que la opinión de Dios cambie, y haga una excepción.
Sus emociones y sentimientos desean ganar a la razón y peor aún, desean suplantar la enseñanza de la Palabra de Dios.
El propio Pablo conociendo las luchas de los cristianos en Corintios le escribe en la segunda carta capítulo seis versículos catorce al dieciséis
No se asocien íntimamente con los que son incrédulos. ¿Cómo puede la justicia asociarse con la maldad? ¿Cómo puede la luz vivir con las tinieblas? 15 ¿Qué armonía puede haber entre Cristo y el diablo? ¿Cómo puede un creyente asociarse con un incrédulo? 16 ¿Y qué clase de unión puede haber entre el templo de Dios y los ídolos? Pues nosotros somos el templo del Dios viviente.
Pablo, nos deja muy claro que el plan de Dios para un cristiano no es una persona con una fe diferente o una fe a medias en Jesús. El diablo es experto en ponerse los mejores vestidos para engañar a sus víctimas.
El Señor claramente nos enseña que nosotros somos la casa del Espíritu Santo, por esta razón, no debemos ver a una persona no cristiana como una opción para el matrimonio.
A veces olvidamos que el pecado deja heridas las cuales toman mucho tiempo para sanar y en algunas ocasiones estas, llegan a ser irreparables. Dios perdona, pero las consecuencias quedan.
¿Estoy valorando la idea de empezar una relación sentimental con una persona no cristiana?
¿Necesito tomar distancia con alguna amistad en particular?
Padre, quiero servirte con todo mi corazón, mi alma, mi mente y todo mi cuerpo.
Palabras claves: Obediencia Compromiso Santidad Sabiduría
1 Juan 5:3 Mateo 22:37-40 Deuteronomio 6:5 Josué 22:5
Janoi Lopez Quintana
Pastor de la Iglesia Cristiana Cypress Houston TX