Un corazón endurecido produce en nosotros incredulidad.
Historias del pasado o que estamos viviendo en la actualidad, nos han hecho dudar de la bondad de Dios y la posibilidad de pensar que las cosas pueden cambiar para bien.
Las raíces de amargura y la falta de perdón nos han convertido en personas orgullosas inhabilitando nuestra fe en Dios.
Si es así, deberíamos ir primeramente a Dios para pedir perdón por permitir que eventos y personas del pasado hayan estado definiendo nuestra identidad y como consecuencia definiendo nuestro comportamiento y destino.
También debemos considerar, buscar el perdón en aquellas personas que hemos dañado con nuestras palabras y actitud.
La biblia es clara cuando nos enseña: cuando se perdona una falta, el amor florece, pero mantenerla presente separa a los amigos íntimos. Proverbios 17:9
El perdón es la llave para sanar el corazón ofendido.
La Biblia también nos enseña que sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6
El perdón es la llave para recuperar nuestra fe en el Dios que todo lo puede.
¿Necesito ir a Dios para expresar el dolor que hay en mi corazón por las heridas del pasado?
¿Debo perdonar para poder experimentar el perdón de Dios y ser libre de toda atadura del pasado?
Padre, quiero experimentar cada día la libertad que produce perdonar.
Palabras Claves: Perdón, Arrepentimiento, Segundas oportunidades, Libertad
Efesios 4:32; Mateo 6:14; Colosenses 3:13; 2 Crónicas 7:14; Lucas 6:37
Janoi Lopez Quintana
Pastor de la Iglesia Cristiana Cypress Houston TX