Una grave hepatitis infantil de origen desconocido irrumpe en Europa

El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades de la Unión Europea (ECDC) elevaba la voz de alarma hace seis días al informar de un aumento en los casos de hepatitis aguda de origen desconocido en niños menores de 16 años –casi todos menores de 10– durante las últimas semanas en el Reino Unido, el objetivo era saber si otros países de la eurozona contaban con casos similares. España es uno de esos países en los que se ha detectado por ahora un puñado de casos que han sido tratados en hospitales madrileños.
Tres días después la OMS lanzaba un comunicado en la misma línea, apuntando que “es probable que se informen más casos en los próximos días”. Según apuntan desde el ECDC, el síndrome clínico en los casos identificados es de hepatitis aguda grave con transaminasas marcadamente elevadas, que a menudo se presenta con ictericia, a veces precedida de síntomas gastrointestinales que incluyen vómitos como característica destacada, en niños de hasta 16 años. “Algunos casos han requerido traslado a unidades especializadas en hígado infantil y seis niños han sido sometidos a trasplante hepático. Hasta el 11 de abril, no se ha informado ninguna muerte entre estos casos”.
Hasta el 8 de abril, son pues 74 casos los casos identificados en el Reino Unido, de los cuales en Inglaterra hay aproximadamente 60 casos bajo investigación, la mayoría de ellos niños de entre 2 y 5 años. Algunos casos. En Escocia, 10 casos que requirieron ingreso hospitalario fueron en niños de entre 1 y 5 años y están bajo investigación, la mayoría se presentaron a partir de marzo de 2022. Se han informado menos de cinco casos (confirmados o posibles) en Irlanda, y se están realizando más investigaciones al respecto. Mientras que en Gales actualmente no hay casos conocidos bajo investigación, pero un número muy pequeño de casos de principios de 2022 tuvieron presentaciones clínicas similares.
Además, se han notificado tres casos confirmados de hepatitis aguda de etiología desconocida en niños (rango de edad de 22 meses a 13 años) en España, procedentes de Madrid, Aragón y Castilla-La Mancha, y que han requerido ser ingresados en un hospital madrileño y que evolucionan favorablemente, uno de ellos tras recibir un trasplante.
A qué se debe esta hepatitis y qué síntomas provoca en los niños 
En la actualidad, se desconoce la causa de la hepatitis en estos casos, aunque se sospecha que pueda tener un origen infeccioso. Los virus comunes que pueden causar hepatitis (virus de la hepatitis A, B, C, D y E) no se han detectado en ninguno de los casos. Algunos de los niños hospitalizados en Inglaterra dieron positivo por SARS-CoV-2 y otros por adenovirus –una contagiosa familia de virus causante de resfriados, conjuntivitis, gastroenteritis, crup, bronquiolitis o neumonía–. El Reino Unido ha observado recientemente un aumento en la actividad de los adenovirus, que circulan junto con el SARS-CoV-2, aunque el papel de estos virus en la patogénesis (mecanismo por el cual se desarrolla la enfermedad) aún no está claro. Actualmente no existe una conexión clara entre los casos reportados. Tampoco se conoce ninguna asociación con los viajes. Se están realizando pruebas de laboratorio para infecciones adicionales, productos químicos y toxinas para los casos identificados.
Los expertos descartan por ahora que pueda guardar relación con la vacunación pediátrica frente al Covid-19. De hecho, “ninguno de los casos confirmados a día de hoy en Reino Unido había sido vacunado” como ha asegurado tajante la Agencia británica de Seguridad Sanitaria (UKHSA). Mientras que los tres niños afectados en España son menores de 5 años, franja en la que no está aprobada la vacunación frente al coronavirus en nuestro país.
La hepatitis es la inflamación del hígado, debida a varias posibles causas, por lo general virus, que provoca un mal funcionamiento de este órgano fundamental. En los niños no es demasiado común, y sus síntomas a estas edades suelen ser inespecíficos, desde sensación de cansancio, vómitos, diarrea o náuseas a otros más evidentes, como que la piel y las mucosas se vuelvan de una tonalidad amarillenta (ictericia), notar un color más oscuro en la orina (coluria), deposiciones descoloridas (acolia) o picor en la piel (prurito).
Con información de WebConsultas